Juan Mayorga. El chico de la última fila



Mayorga, el inquietante. Como el propio autor plantea respecto de este drama, “es una obra sobre maestros y discípulos; sobre padres e hijos; sobre personas que ya han visto demasiado y personas que están aprendiendo a mirar. Una obra sobre el placer de asomarse a las vidas ajenas y sobre los riesgos de confundir vida y literatura. Una obra sobre los que eligen la última fila: aquella desde la que se ve todas las demás”. Hace algún tiempo vi Intensamente azules y El mago, y evidentemente resulta fascinante, en aquellas como en esta, su destreza en la búsqueda de perspectivas. Carlos Thiebaut, en el epílogo de El chico de la última fila, “Los cinco intentos de interpretación…”, sugiere como claves de análisis para sus interpretaciones: a. El enseñar y el poder; b. El juego de la vida y la tragedia; c. Representar la performatividad; d. El poder central de los márgenes; y f. La tercera figura y su escucha.

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